Hola HomeExchangers,

Esperamos que tú y tus seres queridos estéis bien.

En esta época de crisis tan peculiar en ocasiones vemos cosas desagradables, pero a veces también se ven cosas maravillosas. Durante estas últimas semanas estamos siendo espectadores de los actos de generosidad de nuestros miembros, que se apoyan mutuamente, hacen competiciones creativas apelando al optimismo y siguen intercambiando, ideas en lugar de casas. En este artículo, nos gustaría destacar algunos generosos actos de solidaridad que muestran la fuerza de nuestra comunidad y la importancia que se la da a las personas.

Nos gustaría agradecer en nombre de todo el equipo a Amélie, Nathalie, Solen, a María y a muchos otros miembros anónimos por compartir sus bellas historias.

solidarity-testimony-0

“Como soy profesora en los suburbios de París, me enteré muy rápido de que iban a cerrar los colegios con la llegada de la epidemia. Tengo dos hijas con mucha energía y una de ellas es muy sensible, por eso no veía claro quedarnos en el piso. Así que me puse rápidamente a buscar un alojamiento en HomeExchange no muy lejos de París. Eso fue el sábado 14 de marzo. Me puse en contacto con unas veinte personas y apareció Nathalie (me ha pedido que no revele su verdadero nombre) en Normandía. Nos llamamos y enseguida nos entendimos bien. Hicimos las maletas para llegar a tiempo antes del anuncio oficial del confinamiento total. El lunes estábamos ya en Normandía. Las niñas disfrutan del jardín y nosotros tenemos más espacio para trabajar. Buscaba un alojamiento con WiFi, gracias a los filtros de búsqueda de HomeExchange encontramos un alojamiento perfectamente equipado y, después, la solidaridad de la comunidad de HomeExchange hizo el resto. Con Nathalie y su familia, que tienen su casa en el mismo terreno, decidimos confinarnos juntos. Así, si alguno se enfermaba podríamos ayudarnos los unos a los otros. Y es lo que estamos haciendo, nos ayudamos mutuamente y así nos resulta más fácil ocuparnos de los niños. Un confinamiento entre HomeExchangers!”
  • Amélie 17 intercambios

Amelie-solidarity-1

“Dos francesas vinieron a nuestra casa en La Habana mientras nosotros estábamos fuera de la ciudad. Desgraciadamente, debido a la propagación de la epidemia les cancelaron el vuelo de vuelta y se quedaron atrapadas en Cuba. Yo las tranquilicé y les dije que podían quedarse en mi piso todo el tiempo que hiciera falta hasta encontrar una solución. Como tengo un amigo que trabaja en AIR FRANCE en Cuba, hice todo lo posible para resolver el problema lo más rápido posible. Durante ese tiempo, mi familia política, que se encontraba en La Habana, les ayudó llevándoles la compra para que no tuvieran que salir. Pudieron volver a Francia, pero desgraciadamente tuvieron que volver a pagar los billetes de avión de nuevo...”
  • Anónimo, 46 intercambios

Solen-solidarity-2

El Covid-19 nos pilló dando la vuelta al mundo. Recién llegados a Chile desde Argentina quisimos buscar lo más rápido posible un alojamiento en vista del confinamiento que se anunciaba. Como estábamos en el Sur del país, intentamos subir para huir del invierno que llegaba. La isla de Chiloé nos pareció una buena opción, ya que no es demasiado pequeña, ni demasiado grande. Nuestro primer impulso fue buscar un techo donde resguardarnos con la aplicación de HomeExchange. Tuvimos suerte de que María nos respondiera rápidamente para alojarnos 4 días. Llegamos justo a tiempo para subimos al último barco con destino Chiloé, pasamos el control sanitario y comenzó la travesía: 31 horas de viaje en teoría que al final se convirtieron en 43h por el mal tiempo y los controles sanitarios de cada puerto. En el penúltimo puerto, a las 23h30 nos enteramos de que sólo los residentes de la isla podían bajarse del barco y que al resto nos dejarían en el continente 5 horas más tarde. En plena noche, con un estrés impresionante, los niños dormidos y el barco que iba a atracar a las 4h30 de la madrugada, veíamos cómo nuestro intercambio de casas se hundía en el mar, mientras la incertidumbre empezaba a crecer. Cuando llegamos a Chiloé nos pusimos a defender nuestra causa frente a la policía marítima. Se negaban a dejarnos bajar sin la certeza de que nuestra anfitriona nos recibiera en casa. A las 4h30 de la mañana, María recibe una llamada de la policía y, de milagro, contesta al teléfono y confirma nuestra llegada. Al final, nos dejaron bajar a la isla en mitad de la noche. Muchísimas gracias a María por su ayuda y por recibirnos. Nos quedaremos un mes en su preciosa casa, muy acogedora. Gracias de nuevo a la comunidad de HomeExchange por habernos ofrecido un techo en un contexto tan difícil.”
  • Solen, 24 intercambios

Solen-solidarity-3

Nosotros también queremos daros las gracias a todos por las acciones que emprendéis en vuestro día a día, cada uno a su forma, para ayudar a los demás o simplemente para contagiar a los grupos de vuestro buen humor. Así como Nathalie lanzó el “smile challenge”, sois muchos los que lanzáis este tipo de iniciativas y queremos daros las gracias por ello.

solidarity-testimonies-4

Quizás las mejores vacaciones nos esperen cerca de casa en unos meses

Aprovecha