¿Quién no ha soñado nunca con viajar por el mundo, descubrir nuevas culturas, nuevos paisajes y conocer gente? Los viajes permiten evadirse de la rutina del día a día.
Pero irse de vacaciones a veces exige un presupuesto elevado, sobre todo cuando se viaja en familia. Entre el transporte, el alojamiento, la comida y las actividades, a veces es difícil contentar a toda la familia y pasar unas vacaciones ideales. En este artículo hemos recopilado nuestras mejores ideas y trucos para organizar viajes baratos e irse de vacaciones con tranquilidad, tal vez te ayuden a no tener que sacrificar una parte de tus deseos.
Si no tienes un destino fijo, el lugar de vacaciones que elijas puede ser una solución para reducir gastos y hacer viajes baratos. Un destino económico no se limita sólo al precio del transporte para llegar hasta él. También hay que tener en cuenta el coste del alojamiento en ese lugar (o las posibilidades de hacer un intercambio, si haces intercambios de casas), el coste de la vida en general (comida, desplazamientos, salidas, etc.), así como la tasa de cambio de moneda.
En Europa del este, por ejemplo, algunos países como Rumanía, Polonia, Hungría y los países Bálticos ofrecen paisajes espléndidos, ciudades llenas de cultura y balnearios a unos precios inmejorables. Para los enamorados del sur, los destinos meridionales más baratos son Portugal y Grecia. El coste de vida allí es asequible siempre que se eviten las zonas más turísticas. Si te seducen los destinos más recónditos, los más aventureros pueden viajar a Honduras o Sri Lanka. Argentina es ideal para los amantes de los espacios abiertos y a los que les atrae lo exótico pueden pensar en viajes baratos a Tailandia o La India.
Una vez que hayas elegido tu destino, hay otros trucos que te permitirán ahorrar un poco más si eres flexible con las fechas de tus vacaciones, algo que no siempre es posible. Así es, con sólo mover tu fecha de llegada o de salida puedes reducir drásticamente el precio del transporte. Viajar de lunes a domingo o de martes a martes también te permitirá, en general, beneficiarte de precios más asequibles. Si puedes permitírtelo, intenta viajar fuera de temporada, ya que es el momento en el que los precios son más bajos y menos turistas hay.
No te olvides de reservar tus billetes con la máxima antelación posible, sobre todo si viajas en periodo de vacaciones escolares. Si no puedes hacerlo, a veces también es posible aprovechar las ofertas de última hora, aunque esto es más complicado si tienes un destino definido y no puedes mover las fechas de las vacaciones.
En primer lugar, hay que pensar en el medio de transporte para llegar al lugar de vacaciones. Algunos trucos pueden ayudarte a ahorrar, como por ejemplo, dar prioridad al tren frente al avión cuando sea posible, ya que el tren tiene la ventaja de dejarte en el centro de las ciudades. De esta manera evitas tener que pagar las a menudo costosas lanzaderas que te llevan del aeropuerto al centro. Sea cual sea tu medio de transporte, no dudes en utilizar páginas web para comparar y encontrar los mejores precios como Kayak o Trainline.
Si no tienes un destino fijo, una solución para conseguir viajes baratos puede ser elegir un lugar de vacaciones que te permita reducir los gastos. Un destino barato no se limita sólo al precio del transporte para llegar hasta él. También hay que tener en cuenta el coste del alojamiento (o las posibilidades de hacer un intercambio, si haces intercambios de casas), el coste de la vida en general (comida, desplazamiento, salidas, etc.) así como la posible tasa de cambio y, si no has llegado en coche, el tema del transporte en el lugar. Puedes plantearte los viajes compartidos, medio de transporte colaborativo que se ha desarrollado mucho en estos últimos años y que actualmente te permite recorrer toda Europa con Blablacar o Estados Unidos con Waze Carpool. Otra solución para las distancias más cortas y destinos urbanos es el transporte público. Por otro lado, si vas a pasar el fin de semana en una ciudad, llévate las deportivas o alquila una bici, es la mejor manera de no perderse ningún detalle.
Por último, cuando viajas con HomeExchange, a veces también es posible intercambiar el coche con tus anfitriones e invitados. Ten la precaución de hacer un contrato para definir las condiciones de uso del coche. Para saber más, consulta nuestro artículo del blog sobre el intercambio de coches.
El camping es una excelente opción para alojarse por poco dinero y disfrutar de actividades para toda la familia: piscina, clases de yoga al aire libre, actividades para niños, fiestas organizadas, etc. Una buena solución para tener a los niños entretenidos y relajarse...
Los Bed and Breakfast son una opción excelente cuando planeas hacer unas vacaciones en movimiento, ya que no es necesario que te quedes una semana completa, como es el caso en muchas casas de alquiler vacacional o en algunos hoteles durante la temporada alta.
Si buscas un alojamiento económico y divertido, sea cual sea tu edad, lo tuyo son los hostels. Generalmente, se encuentran muy bien ubicados, en muchas ocasiones en edificios excepcionales y te dan la posibilidad de conocer gente.
El intercambio de casas es una de las mejores maneras de organizar viajes baratos, cómodos y auténticos durante las vacaciones. El funcionamiento es fácil: intercambias tu casa con alguien que desea visitar tu región ¡y listo! Con HomeExchange, por 160 € al año tienes acceso a 230.000 casas de intercambio en todo el mundo y puedes viajar tantas veces como lo desees durante 12 meses. Además de ser recibido/a cálidamente, te beneficias de los consejos de tus anfitriones para vivir como un local.
Una ventaja irrefutable del intercambio de casas es que se puede cocinar en la casa sin necesidad de comer siempre en restaurantes. Hacer la compra en un mercado o una tienda local también es hacer turismo, es vivir una aventura nueva, sobre todo cuando no se entienden las etiquetas de los productos... El intercambio de casas es, ante todo, una manera de descubrir otras maneras de vivir y de seguir alimentándose de una manera saludable y económica durante las vacaciones.
Los restaurantes situados en los barrios más turísticos normalmente son más caros que el resto y a veces su calidad es peor... No dudes en alejarte de las zonas más céntricas para descubrir los lugares en los que come la gente de la ciudad.
Existe un gran número de aplicaciones locales e internacionales, como Tripadvisor o Yelp, que te ayudarán a encontrar restaurantes o a probar las verdaderas especialidades locales sin arruinarte. Algunas, como El Tenedor, también te ayudarán a conseguir descuentos en tus comidas.
Los europeos que viajan dentro de la eurozona no tendrán ningún tipo de problema al respecto. Sin embargo, cuando salimos de ella nos encontramos ante la misma situación que el resto del mundo y tendremos que tener en cuenta tanto el tipo de cambio, como las posibles comisiones al pagar y sacar dinero.
Si no te da miedo viajar con importantes sumas de dinero en efectivo, es conveniente que hagas el cambio de divisa directamente en tu banco. De esta forma evitarás pagar las comisiones del cambio una vez en el lugar y siempre tendrás billetes a mano para los lugares en los que no acepten tarjeta de crédito. Sin embargo, si solo cuentas con esta opción, no tendrás muchas posibilidades de improvisar. Si no puedes hacerlo de otra manera y vas a cambiar cuando llegues, evita las casas de cambio del aeropuerto, que casi siempre ofrecen peores ofertas.
Hoy en día la tarjeta de crédito sigue siendo la forma de pago más práctica, pero algunas sufren costes más elevados que otras. Dedica un tiempo a comparar las tarifas y las tasas de cambio que aplica tu banco. Algunos bancos, como los neo bancos online, ofrecen tarjetas de crédito gratis y sin comisiones cuando las utilizas en el extranjero.
La manera más eficaz para no tener problemas con la factura del teléfono cuando viajas al extranjero es apagarlo. Sin embargo, esta solución tan drástica no siempre es posible, ya que el teléfono se ha convertido en una herramienta imprescindible para desplazarse, informarse sobre los horarios de apertura y cierre o tener acceso a tus billetes. Lo más razonable es poner el teléfono en modo manual para decidir en qué momento se desea utilizar internet y no llevarse sorpresas inesperadas.
Lo más fácil para no reventar la factura del teléfono es utilizar los puntos de acceso wifi gratis siempre que se pueda. Hoy en día hay por todas partes: en los hoteles, la mayoría de restaurantes y cafeterías, en las estaciones y a veces hasta en las playas... Si estás haciendo un intercambio de casas, podrás conectarte a la red wifi de tus anfitriones para ponerte en contacto con tus seres queridos y hacer las consultas que necesites para organizar tus actividades y salidas.
Antes de salir a explorar el lugar acuérdate de aprovechar el wifi gratis para descargar y guardar billetes, mapas, horarios y direcciones, así tendrás acceso a ellos en cualquier momento aunque no tengas conexión. Algunas aplicaciones también te permiten disfrutar de sus servicios sin conexión si te organizas previamente. Con Google Maps, por ejemplo, puedes descargarte el mapa de la ciudad en la que vas a estar para tener acceso a él aunque no tengas datos.
Lo has entendido bien, dedicar un tiempo a planificar el viaje con antelación es la mejor manera de conseguir precios baratos. Antes de irte de vacaciones, dedica algo de tiempo a visitar blogs de turoperadores y viajeros donde encontrarás gran cantidad de ideas para hacer actividades de ocio y visitas turísticas.
Cuando sea posible tómate el tiempo para desplazarte a pie o en bicicleta, descansa en un parque, échate al sol en la playa, haz excursiones en la naturaleza, etc. Estas actividades gratuitas te permitirán vivir unas vacaciones distintas a las de los demás. Así evitarás, además, las zonas saturadas de turistas y vivirás una experiencia más auténtica.
No te olvides, por supuesto, de que la mejor manera de descubrir un país es vivirlo como los locales. Para los amantes del intercambio de casas, vivir en la casa de un HomeExchanger te dará la posibilidad, no sólo de estar como en casa en zonas menos turísticas e impersonales como un hotel, sino que podrás beneficiarte de los consejos y las recomendaciones de tus anfitriones, como las actividades especiales que no aparecen en las guías de viaje.