¿Buscando inspiración para viajar en invierno? Con el paso de las estaciones y las noches más largas, ¿qué quieres ver cuando cae la noche y miras al cielo? Estrellas, claro. Sin embargo, la contaminación lumínica te lo impide. Para escapar a la luz artificial y pedir un deseo al ver una estrella fugaz, esta es nuestra lista de los “cielos más oscuros” en los que disfrutar de tus próximas largas noches de invierno.

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Casi un tercio de la población mundial no puede ver la Vía Láctea desde su casa. Las deslumbrantes farolas de las calles y los anuncios parpadeantes contribuyen a una creciente contaminación lumínica, a través de la cual sólo se pueden ver las estrellas más brillantes. ¿Necesitas un cambio de escenario en tu próximo intercambio de casas? Aquí te proponemos algunos destinos para viajar en invierno.

Aoraki Mackenzie, New Zealand

Una simple ojeada a los cielos oscuros de la región de Aoraki Mackenzie basta para entender por qué es la primera (y la mayor) Reserva internacional de Cielo Oscuro del hemisferio sur. Durante el día, el parque te asombra por su belleza, con el vecino Monte Cook (o Aoraki) cubierto de nieve y el lago glaciar Tekapo, pero en una noche clara no podrás evitar exclamarte al ver la Cruz del Sur, racimos de estrellas lejanas y mucho más. Visita el Observatorio del Monte John o el de Cowan, o contempla sin más las Nubes de Magallanes, que sólo se pueden ver en los cielos del hemisferio sur.

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Flagstaff, Arizona, Estados Unidos

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Plutón puede ser un tema delicado en Flagstaff, Arizona. Su Observatorio Lowell descubrió en 1930 el anterior planeta (ahora “planeta enano”). A pesar de haber perdido su puesto en el estatus celestial, el observatorio sigue asombrando al mundo con su telescopio solar especialmente equipado y sus programas guiados regulares. La ciudad de Flagstaff lucha activamente para reducir su contaminación lumínica y fue declarada primera Ciudad internacional de Cielo Oscuro in 2001.

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Hawaii, Estados Unidos

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Poca gente imagina picos nevados cuando piensa en las islas hawaianas. Sin embargo, los astrónomos han pasado décadas mirando al cielo desde observatorios posados en los 3.000 metros del monte Haleakala en Maui y los 4.200 del monte Kea en la Isla Grande. Ve al encuentro de la Osa Mayor y de Orión o intenta buscar la galaxia de Andrómeda a simple vista. Se organizan visitas guiadas por rangers (de mayo a octubre, consulta los Centros de visitantes del Parque nacional), tours privados para ver las estrellas y se venden mapas del cielo para los fans de astronomía.

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Parque nacional de Thingvellir, Islandia

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Las placas continentales de América del Norte y Eurasia se juntan en una fosa tectónica, en el corazón del Parque nacional de Thingvellir, uno de los dos sitios islandeses del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Situada a 35 minutos al este de Reikiavík, esta reserva natural es uno de los muchos lugares de Islandia en los que los cielos son deliciosamente oscuros y, además de un estallido de estrellas, las luces del norte o auroras boreales son espectaculares.

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Toscana, Italia

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Tanto los apasionados de historia como los “astrófilos” aprecian las contribuciones de la Toscana en el campo de la astronomía. Galileo observó los cráteres de la luna y las manchas del sol desde la misma colina que hoy en día alberga el Observatorio de astrofísica Arcetri. Cuenta las cuatro lunas de Júpiter, llamadas satélites galileanos, y admira el compás y el telescopio que utilizó en los años 1600, expuestos en el cercano Museo Galileo de Florencia.

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Parque nacional Kruger, Sudáfrica

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En el Parque nacional Kruger, situado en la lejana sabana y el bosque espinoso del nordeste de Sudáfrica, los visitantes contemplan un cielo oscuro puro e impoluto, con el rumor de los leones a lo lejos. Muchos guías de animales de la reserva proponen visitas astronómicas nocturnas que apuntan a Escorpión o a los anillos de Saturno, en el mayor parque nacional del país.

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La Palma y Tenerife, Islas Canarias

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Las islas Canarias, que componen un archipiélago volcánico frente a Marruecos, adoran su cielo. A pesar de no ocupar una gran superficie, disponen del mayor telescopio del mundo (el Gran Telescopio Canarias, de 10,4 metros, en la isla de La Palma), de tres observatorios astronómicos internacionales y de cielos de una calidad tan extraordinaria que se ha adoptado una ley para protegerlos. En la isla de Tenerife se encuentra el mayor pico de España, el Teide, de 3.718 metros, que brinda unas magníficas condiciones de observación, mientras se lleve la ropa de abrigo adecuada.

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Mont-Mégantic, Quebec, Canadá

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La primera Reserva internacional de Cielo Oscuro del mundo, en Mont-Mégantic (http://darksky.org/idsp/reserves/montmegantic/), al norte de la frontera entre Quebec y los Estados Unidos, también es un lugar en el que viven 150.000 personas. Los 34 municipios de la reserva han colaborado para reducir la contaminación lumínica en casi un 25% y ahora el parque es un ejemplo para otras ciudades que buscan un equilibrio entre las necesidades de iluminación y la salud nocturna.

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Pic du Midi, Francia

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Construida a finales del Siglo 19, esta Reserva internacional de Cielo Estrellado francesa ofrece muchas ocasiones de estirar el cuello. Durante el día, gira la cabeza a 360 grados para admirar las espectaculares vistas del Pirineo y, por la noche, levanta la nariz para asombrarte con la claridad de las estrellas. El observatorio de la cumbre, al que se accede en teleférico, ofrece incluso un alojamiento minimalista a aquellos que quieran pasar la noche, después de un programa nocturno y una observación con el telescopio.

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Pisac, Perú

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El cielo nocturno ha fascinado a los humanos desde hace miles de años. El parque arqueológico de Pisac, a unos treinta kilómetros de Cusco, en Perú, explora la forma en la que los antiguos Incas incorporaron el movimiento del sol y las estrellas en sus construcciones técnicas, e incluso su vida diaria. Los templos y las edificaciones en los andenes (terrazas de cultivo) revelan una cultura profundamente conectada con el mundo celeste, que sigue ejerciendo la misma fascinación hoy en día.

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Descubre otros destinos de cielo oscuro y aprende sobre la manera de reducir los efectos de la contaminación lumínica en tu entorno, consultando la página Darksky.org.

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